En Contigo ni pan ni cebolla se analiza el problema del divorcio vincular en la Argentina durante un contexto histórico específico, el de sanción y aplicación de la ley 14.394 de 1954 cuyo artículo 31, bajo ciertas condiciones, habilitó la disolución del vínculo conyugal. Esto fue por breve tiempo, pues la “revolución libertadora” que derrocó a Juan Domingo Perón lo derogó en 1956. Este acontecimiento es estudiado desde una perspectiva temporal más amplia, ya que en 1932 se presentó un proyecto de divorcio que estuvo a muy poco de ser aprobado, y en 1968, al reformarse parcialmente el Código Civil, se ampliaron los fundamentos a partir de los cuales solicitar la separación personal.